24 marzo 2012

Ayer, hoy y siempre, todo está guardado en la Memoria

Desde La Bicentenario compartimos con nuestros amigos/as, compañeros/as este documento en el que intentamos dar respuesta a las siguientes preguntas. 
¿Hubo responsabilidad y complicidad civil en el Golpe de Estado?
¿Por qué se plantea una supuesta contradicción entre DDHH y seguridad hoy en día?
¿Qué rol tiene la política y los medios de comunicación en este tema?


Como militantes debemos formarnos respecto a estos temas y debatirlos con profunda responsabilidad para que NUNCA MÁS vuelva a suceder lo mismo!
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A 36 años del golpe de Estado cívico-militar más sangriento de nuestra historia y de Latinoamérica, es preciso preguntarnos cuál es la situación actual y qué desafíos quedan hacia el futuro. 


El plan político, económico, social y cultural que se implementó con el golpe de Estado fue posible mediante el terror, la fuerza, la intolerancia, la persecución, la represión, la tortura, la desaparición forzada de personas y   la muerte. No fue casualidad que persiguieran, secuestraran y mataran a compañeros y compañeras -en su gran mayoría jóvenes- que eran verdaderos cuadros políticos y que podían significar un freno a las ambiciones cívico-militares. 





Hablamos de DDHH porque la dictadura cívico-militar de 1976 violó sistemáticamente los DDHH del pueblo argentino y si bien los militares dieron el golpe mediante las armas, eso no hubiera sido posible sin el apoyo y la posterior legitimación por parte de grupos económicos, periodistas, políticos, empresarios y demás sectores contrarios a los intereses nacionales.
Los DDHH son inherentes al ser humano.
Es decir que por el solo hecho de nacer se nos adjudican derechos que trascienden las fronteras religiosas, sociales, políticas, económicas y culturales. 



La Bicentenario presente en la marcha por memoria, verdad y justicia. 
24 marzo de 2012, Mendoza - Argentina.  


La protección,  el respeto y la promoción de los DDHH es tarea de todos y en especial del Estado, que es el que debe garantizarle a la comunidad el ejercicio en su conjunto. Hay falsas ideas -sobre todo en algunos sectores sociales- de pensar y creer que los DDHH sólo son para delincuentes o que se vinculan directamente con el golpe Estado. Son falsas ideas, porque los DDHH son mucho más amplios y abarcativos.

En el caso de las violaciones cometidas durante la dictadura, se explica que muchos lo resuman al golpe porque, recién en el 2003, un presidente de la Nación no solamente les pidió perdón en nombre del Estado argentino a las abuelas y madres de Plaza de Mayo y a todo el pueblo argentino por los crímenes cometidos, sino que fue mucho más allá al incorporar los DDHH como política de Estado. Esto ha significado poder comenzar a juzgar a los responsables directos e indirectos del terrorismo de Estado, ir en busca de la verdad para que los responsables sean juzgados y que no exista impunidad, y trabajar la memoria en la sociedad para que eso no vuelva a ocurrir NUNCA MÁS.



Plantear una supuesta contradicción entre seguridad y DDHH es un error, porque la seguridad es parte de los DDHH, y el Estado debe asegurársela a la comunidad; es decir, no es excluyente. En este sentido, sí cabe aclarar que nadie tiene el derecho de quitarle la vida a nadie y que una situación así debe ser repudiada y no quedar impune. 




También se debe decir que, cada vez que tenemos acceso a la educación pública, a la salud pública, a una obra pública o a poder expresar nuestras ideas, entre otras oportunidades, se nos están garantizando determinados DDHH por parte del Estado.

Lo antes mencionado está ligado a la función social de los medios de comunicación y al rol de la política, que debe hacer docencia y contribuir a clarificar este tipo de debate en la comunidad; en nuestro caso, en la de Mendoza.


Es preciso y necesario poner los DDHH por sobre intereses mezquinos individuales que se aprovechan de tragedias ajenas para hacer política en función de intereses sectoriales y no muchas veces del bien común.

En este sentido, la posición política tomada respecto de la defensa de los DDHH está sustentada en una visión ideológica de la realidad. Visión que para nada es neutral, porque la neutralidad en política no existe. Sí existen los políticos neutrales, pero eso es otra cosa.





El Estado argentino hace efectivos los DDHH en nuestro país, mientras que el rol nuestro, el de los militantes, nos llama a formarnos respecto de estos temas y debatirlos profundamente con alto grado de responsabilidad.

Una de las victorias a medias que tuvo la dictadura fue sembrar el terror en la sociedad y lograr desarticular  espacios de participación política, eliminando así los lazos de solidaridad durante muchos años.


Decimos que fue una victoria a medias porque desde el 2003 volvemos a recuperar la política como herrramienta de transformación y participación social lo que significa que no pudieron vencernos y nuestros treinta mil compañeros desaparecidos saben que su lucha no fue en vano. El desafío es seguir hacia adelante y profundizar el Proyecto Nacional y Popular entre todos. ¡NUNCA MENOS!


                                           
     -Mesa de Conducción de La Bicentenario-
               Mendoza, 24 de marzo de 2012....

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